Para que una base de datos sea productiva, debe tener calidad
Como ya venimos diciendo en algunos de los post, una base de datos es una de las herramientas más importantes de las que debe disponer cualquier empresa para llevar a cabo cualquier acción comercial o realizar las gestiones que se llevan a cabo en el día a día con sus clientes. Sin embargo, el simple hecho de tener esta herramienta no asegura el éxito, pues los datos deben estar validados y actualizados para que tengan valor.
De nada sirve tener una base de datos de 10.000 registros si más de la mitad son erróneos. Antes de comenzar a trabajar sobre una base de datos, es muy importante validar aquellos datos que sean correctos y enriquecerlos lo mejor posible, y desechar los que sean erróneos para no perder tiempo ni entorpecer el trabajo. Así pues, más vale menos registros pero buenos, que muchos pero vacíos.
Cómo tener una buena base de datos
Para asegurarnos de que tenemos una buena herramienta para gestionar nuestros clientes, es necesario realizar periódicamente acciones de actualización y depuración de tu base de datos:
– Comprobar la veracidad de los registros. Es muy común que los datos de las personas o las empresas que tenemos varíen con facilidad (cambio de empresa, número de teléfono, cambios en los cargos de una compañía, etc.). Hay que actualizar estos datos periódicamente para que el trabajo realizado sobre la base de datos no sea en vano.
– Enriquecer los registros. Además de comprobar la veracidad de los datos, la misma llamada que se realiza para actualizar la base de datos, se puede aprovechar para añadir información de interés que permita conocer mejor a cada cliente y ofrecerle cosas más acordes a sus necesidades. Enriqueciendo los registros de nuestra base de datos, podemos conocer otro tipo de necesidades que ni siquiera se nos habían pasado por la cabeza y que pueden ser cubiertas por nuestra compañía.
Al final se trata de que los contactos o registros que tengamos sean de valor, que no estén ahí sólo para hacer bulto, como ocurre también a menudo en el campo redes sociales. En Twitter, por ejemplo, existen infinidad de cuentas que acumulan miles y miles de seguidores a base de talonario, es decir, se dedican a comprar followers para engordar sus cuentas, pero se trata de usuarios falsos que no tienen ningún tipo de actividad, por lo que el beneficio que puedan otorgar a la cuenta será nulo, ya que va a ser como tener una “comunidad fantasma”.