Las encuestas telefónicas permiten llegar a un sector más amplio en menos tiempo
Las encuestas poseen multiplicidad de utilidades; por ejemplo, saber la intención o posicionamiento de un grupo de población sobre un tema en concreto, conocer la opinión de los clientes de tu empresa sobre un producto o servicio, hacer estudios de mercado, conocer el nivel de satisfacción, saber los hábitos de los consumidores, etc…
Dependiendo de la finalidad para la que se realicen, nos podemos encontrar con una primera distinción en los tipos de encuestas:
– Encuestas anónimas: Más enfocadas a los estudios de opinión, estudios de mercado, hábitos de consumo, etc; en donde los datos de la persona no son necesarios, bien porque lo que queremos es obtener un porcentaje, un dato, una estadística; bien porque no estemos autorizados a demandar estos datos personales.
Estas encuestas tienen la ventaja de que al ser anónimas, es más factible que las personas a las que llamamos se muestren receptivas a realizar la encuesta.
En muy importante contar con una buena base de datos, dirigida al sector al que queremos encuestar, de lo contrario obtendremos muchos menos resultados. Por ejemplo, si queremos hacer una encuesta para conocer la intención de voto de la población de una localidad y nuestra BBDD no está bien depurada, apareciendo en la misma muchos números de empresas o comercios, es muy probable que no quieran atendernos por encontrarse trabajando en ese momento.
– Encuestas nominativas: Más enfocadas a clientes. En estos casos, y siempre respetando la LOPD, podemos realizar encuestas, preguntando por la persona titular del producto o servicio si presta consentimiento en que se le efectúe.
Estas encuestas nos permiten llevar un seguimiento de satisfacción. Podemos recabar información sobre gustos, preferencias, etc… de nuestros clientes para mejorar la calidad del servicio prestado. Aumentamos la satisfacción de nuestros clientes, ya que demostramos interés por ellos.
En este tipo de encuestas, hay que tener en cuenta que es más probable que se muestren reacios a facilitar una opinión, ya que sus datos personales quedarán asociados a dicha opinión. Por esto es muy importante recordarles que sus datos están protegidos y que se respetará su privacidad en todo momento, ya que la encuesta se realiza a nivel interno para nuestra empresa.
Otro tipo de distinción en la clasificación de encuestas es si se trata de encuestas telefónicas o presenciales:
– Encuestas telefónicas: Permiten ahorrar tiempo y costes, ya que gracias al medio por el cual nos comunicamos, nos permite llegar a un sector más amplio más rápidamente. Nos permiten obtener la información deseada mucho más actualizada.
– Encuestas presenciales: Los encuestados pueden poner cara a los encuestadores y a su vez, los encuestadores pueden saber a quién están realizando la encuesta y se gana fiabilidad en este sentido. Sin embargo, este tipo de encuestas son menos útiles a las empresas que quieren conocer la opinión de sus clientes, ya que es menos factible enviar a alguien físicamente a encuestar en nombre de una empresa. También aumentan los costes ya que se pueden realizar menos encuestas, y sobre todo, si tenemos distribuidos a nuestros clientes por un entorno geográfico muy amplio (ámbito provincial o nacional, por ejemplo), este tipo de encuestas se tornan prácticamente imposibles de realizar.