Hagamos lo que hagamos pero sin prisas, sin estrés, simplemente disfrutando
Ya está aquí el mes más deseado para muchos de los currantes españoles, y es que agosto es el mes por excelencia para las vacaciones en este país. Algunos el mes entero, otros un par de semanas, pero un tiempo bien merecido para descansar un poco y recargar pilas.
Pero aunque se trata de un tiempo muy esperado, cuando llega el momento, a muchos les cuesta dejar el trabajo atrás, se levantan el primer día de vacaciones perdidos sin tener que emprender el camino al trabajo. A estos insensatos queremos dedicar este primer post de agosto. Queremos darles algunas ideas o alternativas para pensar en otras cosas que no sea trabajo:
– No hacer nada, es decir, descansar básicamente. No hacer planes, vivir por unos días sin importar el día o la hora qué es, echarse la siesta, salir a pasear, relajarse.
– Viajar. El resto del año es complicado realizar viajes largos, por ello mucha gente aprovecha las vacaciones de verano para hacerlo, pero recomendamos hacerlo con tranquilidad, sin estrés, pues si convertimos un viaje en un maratón vamos a volver más cansados de lo que nos fuimos.
– Leer. Podemos aprovechar este tiempo para leer aquellos libros pendientes que no hemos podido emprender por falta de tiempo.
– Disfrutar de los pequeños placeres de la vida: comer un helado, tomarse una cerveza con los amigos, bañarse en un río, caminar descalzo.
– Cine. Aprovecha para ver esas películas que deseas ver pero que todavía no has visto, o grandes clásicos del cine que se supone que todo el mundo ha visto menos tú. Lo mismo con la literatura, ¿a qué esperas para leer los grandes clásicos “obligatorios” para cualquier lector que se precie?
– Pasar tiempo con familia y amigos. Aunque parezca una frase que nos diga nuestra abuela constantemente, lo cierto es que muchas veces nos olvidamos de que son lo más importante. Si en algo nos ganan nuestros mayores es en sabiduría, y si insisten tanto en esto, es por algo.
– Disfrutar de la canción del verano, ¿por qué no? Si no puedes contra la multitud moviéndose al ritmo de la canción de turno, ¡únete a ellos!
– Dedicar tiempo a hacer cosas que realmente nos gustan o que nos gustaría aprender a hacer: aprender a hacer ganchillo (la moda a vuelto), cocinar, hacer surf, bailar…
Aunque no queremos amargar a nadie antes de haber comenzado sus vacaciones, hay que asimilar que éstas no son como La Historia Interminable. En estos idílicos días, hay que ser consciente en todo momento, de que no van a durar para siempre y de que no podemos hacer una tragedia de la vuelta. Lo que sí podemos hacer es exprimir al máximo cada día para volver con las pilas bien cargadas y con ganas de hacer.
Ahora bien, hemos enumerado unas cuantas cosas que tampoco hace falta que esperemos a las vacaciones de verano para hacerlas. Cualquier momento es bueno para comenzar a hacer cosas que nos gustan, pues no podemos reducir nuestra “felicidad” a 15 días en agosto. Hay que saber disfrutar del día a día y no convertir el resto del año en una cuenta atrás constante.
Ahora sí: ¡Feliz verano queridos lectores!
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