El trato de persona a persona aumenta la fidelidad del cliente
Solo son necesarios 8 segundos para enamorarnos. Solo tardamos 10 segundos en formar la primera impresión sobre alguien y en decidir si nos relacionaremos con esa persona de una forma positiva o negativa. Por eso, la primera impresión es la más importante y en recepción de llamadas no es distinto.
La atención telefónica al cliente tiene muchos métodos que podemos implementar, pero todos los clientes estarán de acuerdo en que la manera más cálida de ser atendido es por una persona de carne y hueso. Cuando llamamos a una empresa, la bienvenida recibida es equiparable a la bienvenida que recibiríamos si visitáramos personalmente la oficina o la tienda, y en la sede de nuestra empresa, si queremos causar una buena impresión, nunca esperaríamos a los clientes con un mostrador vacío o una recepción atendida por un robot. Por eso, que nos atienda una persona es básico para generar confianza. Una llamada atendida en menos de 30 segundos por una voz amable genera más confianza que una llamada largo tiempo en espera o atendida en primer lugar por una locución.
Cuando es un profesional de la atención al cliente quién atiende la llamada, la persona que llama se siente más acompañada y mejor atendida. Puedan o no resolver el motivo de la llamada en ese momento, se reduce el nivel de frustración de los clientes, que no han de enfrentarse a una máquina para obtener lo que desean o hacer su consulta. Generar confianza, en los tiempos que corren, es de vital importancia para las empresas y cada aspecto que permita trabajar en este sentido debe cuidarse con esmero y dedicación. Ser atendido por personas permite establecer una relación basada en la confianza entre los clientes y la empresa, que finalmente se convierte en un factor que contribuye a la fidelización.
Además, en el caso de las preguntas o consultas, muchas veces el equipo de operadores es capaz de dar una respuesta en el mismo momento, agilizando así el proceso y aumentando la satisfacción de los clientes. Por este mismo motivo, que nuestro equipo de atención telefónica reciba la formación adecuada, y que ésta sea rigurosa y actualizada es tan importante.
En definitiva, el cliente que al llamar una empresa encuentra detrás una voz eficiente y amable se siente escuchado, atendido y estará más predispuesto a entregar su confianza, estableciendo una relación que llevará a aumentar la fidelización. Porque un cliente bien atendido es un cliente fiel.