Cómo el seguimiento de mailing optimiza las campañas de envíos comerciales
Llevar a cabo una campaña de email marketing o un envío de correo postal requiere trabajo de preparación previa pero también un importante trabajo de seguimiento después del envío si queremos sacar el máximo partido de este tipo de acciones.
La preparación del contenido y de la base de datos son los puntos más importantes a tener en cuenta en la fase previa al envío, pues de ellos va a depender gran parte del éxito de la campaña, pero el verdadero valor de la campaña radica en el alcance real y la información obtenida para optimizar futuras acciones.
Para exprimir al máximo todo el potencial del email marketing hay que ir más allá del simple envío a una base de datos y asegurarse de que cada uno de los correos ha llegado a buen puerto. El seguimiento de mailing nos va a ayudar a potenciar el envío y medir con más detalle cómo son los resultados y por tanto qué aspectos debemos mejorar.
El seguimiento de mailing mejora los resultados de este tipo de campañas por diversas razones:
– Nos facilita la entrada a “la casa” del cliente. En muchas ocasiones nos intentamos poner en contacto con clientes potenciales, pero antes siquiera de llegar a la puerta, ya nos han negado la entrada. Es difícil comenzar una conversación cuando, teóricamente, no se tiene nada de qué hablar. Sin embargo, si hemos realizado previamente el envío de un correo, podemos llamar a la puerta y preguntar si la persona que nos interesa ha recibido cierta información. Una vez dentro, es mucho más sencillo comenzar una conversación que termine en acuerdo.
– Se implementa la base de datos. Los correos electrónicos, los cargos de la empresa, los teléfonos, en definitiva, los datos de contacto cambian constantemente. Una llamada telefónica después de un envío de emailing nos va a verificar o corregir los datos de los que disponemos en la base de datos. Del mismo modo, tendremos la oportunidad de añadir nuevos registros de calidad que no estaban a nuestro alcance.
– Nos aseguramos de que la información ha llegado a la persona adecuada. Cuando se lleva a cabo un envío, ya sea electrónico o postal, es probable que la información no llegue a la persona que nosotros queremos, pero si no llamamos para averiguarlo, nunca lo sabremos, por lo tanto los resultados del envío no serán fiables 100%. Además de ser así, si el contacto cualificado no ha recibido la información, se puede ofrecer un segundo envío.
– Obtenemos más información sobre los resultados del envío y por tanto conclusiones más fiables. Lanzar una acción comercial que no se puede medir es casi como no hacer nada, pues si no sabemos los resultados de las campañas que llevamos a cabo, difícilmente podremos mejorar resultados. En un envío de correo electrónico conseguir datos sobre los resultados del envío es más sencillo, pero no así en un envío postal.
– Se exprime todo el potencial del envío desde el inicio hasta la “desaparición” de la información. Interactuar directamente con los receptores de nuestro mensaje potencia el efecto del mismo, pues podemos añadir otra perspectiva o más información dependiendo de las necesidades y la actitud del receptor.
Cerrar adecuadamente cualquier campaña de marketing implica llegar siempre hasta el final y seguir al mensaje por todo el camino, además, también es imprescindible extraer buenas conclusiones haciendo un estudio exhaustivo de los resultados de la acción. Cuando hablamos de un email marketing o una campaña de marketing directo, realizar un seguimiento de mailing es esencial para cerrar adecuadamente la acción.