Encontrar las verdaderas necesidades del cliente es la clave para conquistarlos
¿Por qué no tengo clientes? Es una pregunta que se hacen muchas empresas, más hoy cuando el mercado está como está, y que vender puede ser más complicado que envolver un triciclo.
Sin embargo, la verdadera clave para vender está simplemente en centrarse en lo que realmente quiere el cliente. Hay que ser capaces de ponerse en sus zapatos para saber en qué productos o servicios considerarían gastarse su dinero. Para ello, es necesario invertir tiempo en conocerlos, en saber qué les gusta comer, qué hacen en su tiempo libre o de qué color tienen las sábanas de la cama.Antes de comenzar a vender a diestro y siniestro, hay que investigar, invertir y gastar el tiempo en averiguar las necesidades de nuestro público. Así pues, antes de ir al lío con la venta, hay que dar unos pocos pasos:
1. Buscar una necesidad que satisfacer. Lo primero de todo es ser capaces de detectar las verdaderas necesidades de nuestro público y centrarnos en satisfacerlas.
2. Establecer una comunicación recíproca con él. Una vez localizada la necesidad, hay que hacerle saber a los clientes que nosotros podemos ayudarles. Debemos encontrar el canal de comunicación más adecuado para que nuestro mensaje llegue a buen puerto.
3. Demostrar la calidad del producto. Cuando ya hemos logrado establecer una comunicación, el siguiente paso es convencer de que disponemos de un buen producto o servicio. Los clientes no son tontos, por lo que no hay que intentar mentirles. Si un cliente se siente engañado, ya podemos olvidarnos de él y de unos cuantos más, pues éste no dudará en compartir experiencias tanto en su círculo como en redes sociales o foros.
4. Venta. Una vez hemos conseguido demostrar la calidad del producto, el siguiente paso es la venta, algo que será relativamente sencillo si verdaderamente tenemos la capacidad de satisfacer una necesidad.
5. Asegurar la satisfacción del cliente. Como ya venimos comentando en otros posts, la venta no es el último paso en un proceso de ventas, valga la redundancia. Entendemos la venta aquí como un proceso más largo y un poco más complejo, con la finalidad no solo de vender, sino de que el cliente vuelva, de que nos sea fiel. Para ellos debemos asegurarnos de que verdaderamente ha quedado satisfecho con su adquisición.
6. No te olvides jamás de ellos. Cuando un cliente ha decidido “hacer negocios” con nosotros es porque confían, y hay que evitar perder esta confianza. Mantener la relación para que en el momento que vuelvan a necesitarnos estemos ahí.