La atención al público debe extenderse más allá de nuestros clientes
Tu público no es sólo el que compra, y es que para que la actividad de la empresa fluya sin problemas se debe tener en cuenta a todos los grupos de interés que interactúan con la misma.
Podemos decir que los clientes son uno de esos grupos de interés, pero no los únicos, desde luego. Dentro de estos públicos encontramos a la sociedad en general, los proveedores, administración pública, asociaciones, los propios trabajadores de la empresa, etc. En definitiva todas aquellas personas que de un modo u otro se ven afectadas por la actividad que desarrolla una compañía.
Atender a estos grupos es tan importante como la atención que reciben aquellos que tienen una relación puramente comercial con la organización.
Hablamos de una concepción de la empresa como un ente más insertado en la sociedad para beneficio de esta además del suyo propio. Se trata de conseguir una empresa que la gente desee que exista, si conseguimos esto, la compañía funcionará por inercia. Para lograrlo la atención que se presta a cada uno de los públicos es esencial, pues va a ser ésta la que defina la relación de la empresa con cada uno de los diferentes públicos.
A grandes rasgos, podemos distinguir 5 tipos diferentes de público que tiene cualquier empresa:
– Clientes. Sin clientes no hay negocio, tan simple como eso, por ello la atención al cliente es un factor fundamental en cualquier empresa que se precie, ya sea grande, mediana, pequeña o enana.
– Proveedores. Los proveedores no nos un banco, son empresas que como la nuestra espera cobrar cuando vende su producto. Se trata de una pieza esencial en el buen funcionamiento de cualquier empresa. Si tener un cliente satisfecho es una de las mejores inversiones que se puedan realizar, así ocurre también con un proveedor satisfecho.
– Administración pública. Se trata de otro sector importante a tener en cuenta y cuya relación nos facilitará el desarrollo de la actividad empresarial.
– Sociedad. El entorno en general en el que se vive la empresa. Se deben atender sugerencias, y detectar las sensaciones que tiene la sociedad sobre nosotros. Esto nos ayudará a mejorar.
– Empleados. Tan importantes como el resto del público. Ellos son el activo más importante, pues se trata del motor que hace que la empresa funcione. La comunicación con este sector debe ser, si cabe, mejor que con cualquiera de los anteriores.
Cada conversación que llegue a la empresa debe ser atendida y tratada como única, aunque no se trate de un cliente, ya que cualquier opinión que se emita sobre nuestro negocio va a repercutir en él, ya venga de un vecino o de un cliente.
Está claro que la atención al cliente es uno de los principales recursos a tener en cuenta en una compañía, pero no debemos olvidarnos del resto de personas que también se ven afectadas por nuestra actividad, y que también van a influir en ella. Disponer de una atención al público de calidad y efectiva nos ayudará a que la gente quiera que nuestra empresa exista.